un lugar ruinoso y desertico[Libre]

Mil puertas, otra vez en este desdichado lugar, y justamente me encontraba solitario persiguiendo a cierta criatura que estaba divagando por estos lugares dimencionales, me encontraba en el medio de un tipo desierto con ruinas, habían arboles teniendo unas ojas de color amarillos con negros, era bastante extraño, pero seguía mi rumbo siguiendo las hueyas de aquel monstruo, no obstante me pare, observe hacia mi derecha y note que había algo interesante, mire y me fije bien, eran unas hormigas bastante extrañas comiendo del mismo árbol, me daba mucha curiosidad al notarlos mas sin embargo decidi mejor ignorar y seguir con mi búsqueda de aquel monstruo desdichoso.

Sin decir nada segui y segui, las hueyas del mismo estaban a todo a su resplendor, hasta que me detuve y quede con las manos en la cintura, no faltaba mi mirar frio que tenia y mire hacia mis lados, me daba mas curiosidad estar ruinas, pero no podía ni siquiera pararme para asi estudiarlas, en este caso mejor de nuevo segui hacia adelante, pero algo me decia lo siguiente….alguien vendría a verme tarde o temprano, me decia mi intuición, pero de alguna u otra manera empezaba tambien a fastidiarme el calor del sol, ya me estaba artando, quería que viniese el infierno de una vez por todas y con eso tendría para que ya siguiese mejor aquel maldito monstruo que me hacia inquietar demasiado.

Genial, perdido como siempre, yo y mi sentido de la orientación no nos llevábamos muy bien por lo que veía. Iba con solo unos pantalones cortos negros debido al calor que hacía en ese lugar. Solo tenía un brazo, el otro lo perdí en una pelea la cual apenas recordaba debido a mi amnesia. Según lo que escuché, había sido un milagro que hubiera sobrevivido debido a la cantidad de costillas rotas que tenía y la sangre que había perdido. Aun me dolía de vez en cuando la cicatriz de mi cuello, seguramente la pelea fue tan dolorosa que mi cuerpo no quería recordarla. Gracias a haber sobrevivido a aquello me uní al gremio de magos de Fairy Tail, aun recordaba a un amigo que tenía, pero solo recordaba su nombre y su rostro.

Tampoco era algo que me importase mas que salir de ese lugar en el cual me había perdido. Ahora solo debía de pensar en como salir de ese lugar, al menos era lo que pensaba hasta que vi a otro chico que seguía andando. Aceleré el paso hasta llegar cerca de donde estaba el chico, no me gustaba demasiado pedirle ayuda a los demás, pero no tenía mas opción. -Perdona, ¿sabes donde estamos? Al parecer me he perdido.- Le dije bastante incómodo mientras le observaba, no sabía el porque me sentía tan incómodo, debía de ser por el calor mas que nada, no le encontraba otra explicación posible.

Segui caminando como si nada en el mundo pasara, siguiendo con esa mirada fria en mis ojos y con tanto odio hacia el estúpido calor, quería quejarme del mismo, pero preferí quedarme en silencio para no causar tanto problema y ya poder estar tranquilos en el mismo, no obstante llegue a un punto donde me detuve y había como una gran plaza grandísima, mas grande que la otra en el que me encontraba. Arquie la ceja de inmediato en ese instante y mire que las hueyas seguían.

Esto no me agrada…..

Puse mi mano en mi barbilla como pensando, tal vez ese monstruo se dirigió hacia un cierto cuarto donde estaría aguardándome y lo peor de los casos es que si estaba tratando de capturarme era imposible que me pudiese derrotarme, pero….tal vez ese mismo  ni sabia que yo me encontraría por aca.

Varias preguntas y suposiciones pasaban sobre mi cabeza, pero de inmediato cierta energía lejana empezaba a percibir pero me hice el que no sabia nada de su presencia del mismo y calle mejor mi boca en ese instante para que no le dijese nada ni que estaba ahí.

Voltee atrás y de la nada mire al mismo chico, no tenia brazos y al parecer se encontraba mal herido, como siempre teniendo mi mirada fria arquee la ceja otra vez y al final cerre mis ojos siendo que le contestaste lo siguiente:

Estamos en las mil puertas, dime de donde vienes?, se ve que es la primera vez que visitas este lugar lleno de puertas dimencionales.

Voltee siguiendo con los ojos cerrados y cruzándome los brazos.

Y tengo el presentimiento de que no te duele el brazo, que clase de persona eres?, se ve que no eres tan normal después de todo. Pero para tu desgracia es mejor que regreses a tu puerta original de donde viniste y regreses a tu dimencion de donde perteneces, yo tengo asuntos que atender asi que no creo que te agrade jovencillo.

Me voltee otra vez y entonces empeze a seguir las mismas hueyas sin darle la cara ni nada por el estilo, asi era yo de frio, tal como me lo dicen Ruan y los demás, frio como el hielo, pero bien curioso que soy.

Me había despertado con un gran dolor de cabeza y ahora estaba en un lugar que ve tú a saber cuál era, no sabía nada de donde estaba, no se me hacía conocido en lo más mínimo donde me encontraba, pero reaccioné al instante para palpar el piso y buscar mi espada que llevaba siempre en su funda roja aliviándome al poder sentirla, esa espada realmente era importante para mí y aunque no tuviera ni la más mínima idea de donde estuviera, si tenía mi espada estaba digamos que bien.

Pero ahora, volviendo al punto inicial, aparte de sentir un gran dolor de cabeza y unas cuantas nauseas, no sabía dónde estaba y sentía un calor infernal, ante todos estos factores me terminó dando un tic en el ojo derecho mientras abrazaba mi espada y me levantaba para caminar, el calor mataba, hacía que comenzara a sudar un poco y eso me comenzaba a irritar, odiaba tener mucho calor, odiaba el calor y el frío, me gustaba más un término medio.

Como sea, mientras caminaba, sentía un poco de mareo, era como si se me estuviera moviendo un poco el suelo y eso solamente me incrementaba el dolor de cabeza y las ganas de vomitar, y aparte, parecía que tenía una laguna mental pues no más no lograba recordar como llegué a este lugar, según yo me encontraba en una de las típicas peleas del gremio y ahora puf, en un lugar que solo dios sabe dónde es.

-¡Hey!, ¿ustedes saben dónde rayos es aquí?- Corrí tambaleándome un poco por los mismos factores ya antes mencionados cuando logré divisar a unas personas a un determinada distancia de mí, me les acercaba, para poder hablar con ellos y que me orientaran un poco, todo era confusión en mi mente.

El chico al que le había hablado me dijo que estábamos en las mil puertas. Algo que poco me interesaba, solo quería saber como volver a donde estaba antes. Y tenía razón cuando dijo que era la primera vez que visitaba el lugar. Otra cosa que me era poco importante, especialmente cuando mi único objetivo era salir de allí para ver si encontraba al maldito imbécil de Yuuta. Solo recordaba su rostro y su cara, pero él podría ayudarme a decir quien era en verdad. Aunque claramente, sabía que antes de pertenecer a Fairy Tail, había pertenecido a Raven Tail, tenía unos pocos recuerdos acerca de mi estancia en ese lugar pero no me acordaba del todo bien.

-Si te refieres al brazo, sería extraño que me doliera después de unos meses de haberlo perdido y Night es Night, simplemente.- Dije sin querer inmiscuirme demasiado en el tema. Dijo algo que se me hizo algo molesto, pero igual tenía un mal sentido de la orientación así que aunque me pidiera que regresara, era imposible debido a mi inexistente sentido de la orientación. -No te preocupes por mi, solo guíame hasta donde estaba antes, se defenderme solo.- Dije creando un brazo semejante al de un monstruo en donde antes no tenía brazo. Este era de un color rojizo y tenía algo parecido a escamas las cuales eran bien duras y resistentes.

Luego vino una chica, a la cual después de reconocer bien, logré identificarla como una de las chicas del gremio en el que estaba. Aunque no me acordaba de su nombre y tampoco sabía si ella me conocía a mi. Le mostré mi mano con el signo de Fairy Tail a la chica para que me reconociera y entonces observé al otro, pero no sin antes presentarme a la chica. -Eres de Fairy Tail, ¿cierto? Yo soy Night, encantado.- Luego observé al chico que había pasado de mi y le empecé a seguir aun con el brazo creado. La arca de la encarnación era una magia de lo mas útil, aunque cansaba bastante si no estabas acostumbrado a usarla.

Seguia con mi propio camino siguiendo esas hueyas que se encontraban en el lugar, no obstante otra chica había llegado al parecer no tenían ni la mas remota idea de donde se encontraba y lo que yo me preguntaba, como diablos y demonios habían llegado a las mil puertas dimencionales, acaso había alguien en el cual estaba detrás de todo esto y los habían enviado a este lugar? O es que era que un tipo gracioso sabiendo la existencia de este mundo los había enviado aquí?

Pero como siendo frio que soy, ni le di importancia, asi que, segui mi rumbo como si nada hubiese pasado, ahí que se perdieran en este lugar mientras que no me estorbaran o hicieran algo inútil, todo estaría bien.

Caminando mi propio camino, abri una puerta que estaba enfrente mio, y había un gran pasillo con grandes arboles encrustados en las paredes como si fuese una enredadera, esto me hacia cureosear mas y segui hacia adelante, pero entonces escuche los ruidos de aquellos dos mocosos que al parecer no podían dejar a su mami en paz para que descansara.

HUG, PODRIAN DEJAR DE HACER RUIDO?

Decia con algo de reclamo hacia estos mismos y segui entonces mi propio camino.